¿Qué Sucedió Con La Casa De Los Hermanos Menéndez? 

Una finca millonaria se convirtió en el escenario de un brutal doble asesinato. ¿Qué le ocurrió?
A finales de los 80, Erik y Lyle Menéndez vivían aparentemente una cómoda vida de riqueza y privilegios en su mansión de Beverly Hills. Su padre, José, era enormemente ambicioso - un ejemplo del Sueño Americano - y canalizaba sus energías para que sus hijos triunfaran, animándoles a llamar la atención en el mundo del tenis profesional. Los dos tenían talento, y parecía que sus destinos iban por buen camino. Aunque, no todo era color de rosas en el hogar de los Menéndez. En agosto de 1989, los hermanos ejecutaron brutalmente a su madre y a su padre en la casa familiar. La pareja argumentó que los años de abusos físicos y sexuales sufridos en la infancia a manos de su padre los empujaron al asesinato de sus dos progenitores.
Aunque, las mentes más escépticas creían que simplemente habían ido tras su fortuna.
Los hermanos Menéndez sólo tenían 18 y 21 años cuando decidieron matar a sus padres con escopetas, reventándoles las rótulas para mayor credibilidad y culpando de ello a la mafia. Pero, la forma en que se llevaron a cabo las ejecuciones hizo sospechar a la policía que se trataba de un crimen pasional, y la pareja acabó confesando los asesinatos tras una investigación que duró siete años. El envidiable patrimonio que dejó la familia incluía la "mansión del asesinato" - que en su momento perteneció a Elton John - y una segunda casa en Calabasas. Aunque, debido a su espeluznante historia, la primera no se vendió fácilmente. Desde entonces, la propiedad cambió de manos varias veces y atrajo la atención de los entusiastas del verdadero crimen de mentalidad morbosa.
José Menéndez no empezó con millones. Llegó a Estados Unidos como un inmigrante cubano común y corriente. Cuando murió, era un millonario que había trabajado tanto en la industria musical como en Hollywood a lo largo de su carrera. Según Los Angeles Times, el patrimonio que dejó se valoró inicialmente en más de 14 millones de dólares.
La casa de Beverly Hills, en North Elm Drive, también era muy deseada antes de las muertes, pues contaba con seis dormitorios y muchas de las mismas comodidades que la propiedad de Calabasas. Pero perdió una parte considerable de su valor original tras los estremecedores asesinatos. Construida en 1927 y rediseñada en los años 80, la mansión de dos plantas valía inicialmente 4,8 millones de dólares. Aunque, ahora cargada con una historia bastante sombría, acabó vendiéndose por mucho menos - tras ser alquilada a un príncipe saudí por 50.000 dólares, finalmente se vendió por 3.607.975 dólares en 1991.
Según Yahoo, a pesar de los malos tratos y asesinatos que tuvieron lugar en la propiedad, la casa de los Menéndez en Beverly Hills se volvió a vender varias veces. Fue propiedad del escritor de novelas de misterio William Link - que co-creó La Reportera Del Crimen - durante un periodo de ocho años antes de ser vendida al ejecutivo Sam Delug en el 2001. En el 2023, la propiedad de seis dormitorios y ocho baños aparecía en Zillow con un valor tasado de más de 5 millones de dólares, aunque actualmente no está en el mercado.
Pero, ¿podría el actual auge de los crímenes reales revalorizar la tan denostada propiedad? Aunque pasaron muchos años desde los asesinatos, los actuales propietarios siguen teniendo que enfrentarse a visitantes curiosos que se presentan en su entrada, y el lugar se convirtió en un sitio de sombrío interés para los que se dedican al turismo del crimen verdadero. Por ejemplo, en el sitio web sobre crímenes reales Morbid Tourism, la casa aparece junto a la Casa del Terror de Amityville como un lugar espeluznante destacado. Varios youtubers se grabaron a sí mismos visitando la mansión - sobre todo Jake Webber, cuya visita en coche a la propiedad le dió más de 1 millón de visitas.
El caso Menéndez sigue siendo muy polémico. De hecho, algunos miembros de la comunidad online simpatizan con los hermanos y creen en la defensa que hicieron en sus tres juicios de 1990. Aunque siguen en prisión, sus abogados presentaron una petición en el 2023 alegando que nuevas pruebas podrían dejarlos en libertad. El tiempo dirá si la propiedad volverá a estar en el punto de mira.
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