"Aye Elena....That was Downright Dynamic!!!!..Enjoyed every Bit of your Performance Here. Always Heavy & Heavy Some More>!!! Good to see you Back!!!!! \m/ ********
Хорошечно! Но если б ещё писклявым голосом текст напевала с таким рязанским акцентом и не особо парясь по поводу попадания в ноты, то было бы уникально и свежо.
Deep within the woods surrounded by stones, a fire crackling upwards grows, embers rising soaring height, glowing brightly starlit nite, mind and spirit travel forth, intentions seeking outcome sought, one with fire second sight, moonlit forest magick's rite... Chris.
Exploración 56: “viejo y sabio” ru-vid.com/video/%D0%B2%D0%B8%D0%B4%D0%B5%D0%BE-Nwu7dx5UQCs.html El viento de levante se ralentiza. La sudoración persiste. El joven Blanquinegro sigue a solas en la entrada del barrio alto. La ventana de la jovencita sigue cerrada. El sol todavía incide sobre las dos rapaces en piedra que custodian los ángulos de la casa alta que les sirven de atalaya. La floración sigue en los árboles de hoja caduca de la diminuta plaza de la libertad. Los silencios se siguen escapando con el paso de los coches y el ir y venir de los vecinos en las tardes de verano. El socavón vallado en la calle del cadete sigue esperando relleno y cementación. Desciendo a la calle de las madres, donde el sol procura deslumbrarme para que no me fije demasiado en la puerta de la casita de la licántropa. Me asomo desde arriba. La Tres Pelos embarazada duerme la siesta pegada al lado externo del sendero, tras la valla de madera. No la pongo en guardia. Cuando llego a su posición finjo querer camuflarme con las ramas arborescentes que se precipitan desde el otro lado del sendero. Deslizo mi rostro tras las ramas, como si me avergonzase de mi humanidad. Tal fue el resultado que tras mi paso la gata no siguió estudiándome. Blanquinegro está al otro lado del vallado, donde el granado que se precipita al abismo. Hace confiado sus necesidades, pero sin quitarme ojo. El racimito de uvas que la parra asoma al sendero es tan diminuto que resulta casi invisible. Una sola uva del tamaño de dos guisantes pudiera resultar patético, pero con esta golosina deliciosa tengo bastante. Esta uva que arrojé en el sendero, tenía dos pepitas. Supero la valla apartada, colocada a modo de aviso. Está cerca de la rama caída de eucalipto que retiraron hacia el lado exterior. Lo mismo entendieron que el aviso se refería a ese mismo tronco, y se desentienden de la iglesia, lo mismo que de las basuras de su patio trasero. Al proseguir, encuentro al decano y viejo gato blanco del sendero. Es muy esquivo y ya tuve con él dos fotos fallidas. Este gato me teme porque a la vejez ha llegado a la conclusión de que sus miedos de niñez gatuna lejos de ser chiquilladas, eran totalmente reales. Ahí está la foto para el que quiera ampliarla entrando al perfil y demás. También se aprecia por detrás a la papelera, firme sobre el sendero… El gato detiene su paso. Se asoma hacia abajo en intención de huir, donde le hago una segunda foto. Pero es un gato muy inteligente. No solo sabe que puedo escalar, sino que también conozco la entrada secreta del gato negro curamisayoc. El rabo se le hincha y da una vuelta en redondo, como si se sintiera acorralado. Finalmente decide huir hacia arriba, en busca de la calle de Vista Hermosa. ¿Qué cosas habrá visto en tantos años con esos ojos alvinos? No detecto bribones conforme atravieso la zona de vegetación arbórea más espesa del sendero. Desciendo hacia el macizo idílico, y de ahí al trono de la licántropa, a pleno monte. Hace calor en el Campo Santo. Y los insectos no resultan debidamente respetuosos. Todo en orden bajo el trono, el vestido púrpura bajo las piedras… Me coloco en el círculo donde el eucalipto me señala. Unas plumas sueltas siguen alrededor de la pyrka del pájaro negro, cuyas piedras blancas resaltan en la noche. Sobre la iglesia católica abandonada sigue el corte de mangas que salvó su techo, ya que la reja de hierro no hubiera sido suficiente. Asciendo bajo la acacia centinela, mirando de reojo a las abejas… Me asomo al pasillo tras las dos iglesias, católica y evangélica. Reconozco la cartera rosa. Todo sigue sin cambios. Vuelvo bajo la acacia. Y repito la ritualística. También de ascenso. Al pie de un eucalipto, en el macizo idílico, encontré una mariquita de juguete, del tamaño de una pelota de golf. Pensé como lo haría un niño. Igual se trata de uno de los duendes de la niña licántropa. Ya hay un bribón mucho más adelante, en el sendero, un recién llegado. Antes de llegar a su posición, compruebo un acceso mucho más factible desde lo más alto al final del muro de la calle de Vista Hermosa hasta la puerta cerrada del patio del vecindario de arriba. El acceso agreste de más adelante parece más bien una salida secreta. Ahí es donde la vez pasada creí oir algo contundente. No creo que todos los vecinos tengan esa llave. Y no soy el agente Mulder para sondear al presidente de la comunidad, sus antecesores, y sus hijas… El bribón parece el último de los supervivientes de la pandilla del de la voz insidiosa, desaparecido definitivamente. Se conforma con escuchar música. Le ninguneo disimulando cualquier sonrisa malévola. Y siguiendo con la vista hacia arriba por la pared dorada de asperón coronada de buganvillas púrpura, encuentro a dos palés de madera precipitados al abismo junto a ramas de eucalipto procedentes del sendero alto de los bribones. Oigo voces de jovencitas y veo cabezas que se mueven. Ellas no saben de mi agudeza auditiva. Una de ellas comenta a otra que tuvo relaciones con un adulto, mientras seguramente siguen mi paso por ahí abajo… Pero inmediatamente aclara que no estaba sola, sino en compañía de otras amigas… El mal suele presentarse a través de las amistades, que les abren la puerta al resto de demonios. Dios se encuentra en el lugar opuesto del sendero. Donde parece no haber nadie. Donde los vecinos y los gatos temen. Y el curamisayoc emplea cinco metros prudenciales de distancia. Una gata anaranjada que da cuenta de una bolsa con desperdicios, coloca el cuerpo tras la baranda baja de madera, creyendo que con su pelaje hace de camuflaje. Le sigo la paripé política felina, igual que con la Tres Pelos, da resultado y no hay más huidas. En mi ascenso en escalada hacia el Fuerte Primigenio con salto a la valla, compruebo el estado de descomposición del gato. Apenas es identificable como tal. Seguramente era el gato del Fuerte, siempre metido en peleas y haciendo persecuciones en proximidad a la peligrosa carretera. Su cabeza parece aplastada o deforme. Debió llegar agonizando… La luna practicamente llena despide al disco solar todavía potente y muy anaranjado. Mañana saldremos ambos seguramente más tarde. El confitero anda por la puerta de su negocio, pero está cerrado y en vacaciones. Le hago un comentario sobre el calor y las aguas marinas recalentadas que no consiguen atemperar las noches, entre sudores. Pero el confitero es de la opinión de que “están quemando al planeta”. Parece ser la tarde de los sabios. Y ya me conozco una tiendecilla moruna donde obtener una suculenta merienda. Me la llevo a mi escalón de mármol en el barrio. Muchas hembras solitarias van en descenso, de cacería. Los púrpuras celestiales de la transmutación se adivinan hacia levante, sobre la mar, sobre sus brumas y artísticas nubes que parecen firmas. Me he dado cuenta de que todavía no he soñado con este barrio y este sendero. Tengo la visión de la puesta de sol junto al trono de la licántropa, seguramente de sueños anteriores. Pero todo lo demás sigue con el telón bajado. Secreto.
Great playing! Behemoth and leviathan are both found in bible. The oldest book of bible, not genesis’ either. One of these is describe similar to a sauropod’ that lives among ferns in a marsh. The other is pride, The father of all luciferians. The trendy, typical
I love you teaching I’m following you I’m trying to getting better and back playing guitar music but my dupratrems im going to kick butt thank respect ✊
