Todos los 15 de mayo en los campos de Boconó celebran el día de San Isidro Labrador . En esta oportunidad visitamos la población de Niquitao, para presenciar la devoción de los campesinos por su patrono.
Todos los fieles asistieron a la misa, donde el padre en su homilía, contó la historia de este hombre, sencillo, humilde y con mucha fe en Dios.
Asistir a esta festividad llena de gozo a cualquiera, pues se palpa muy de cerca la sencillez y la fe hacia el patrono de los campesinos. En esta oportunidad frente a la iglesia desfilaron alrededor de 71 yuntas de bueyes, todas adornadas con flores coloridas y con algunos frutos que eran las ofrendas para San Isidro.
Cada 15 de mayo todos los campos se paralizan y los trabajadores de la tierra bajan a pedirle al patrono que les proteja su cosecha de cualquier enfermedad y que les bendiga las tierras para que sean fértiles.
Lo más bonito de todo esto que al pasar de los años, se siguen manteniendo este tipo de tradiciones y se ve como se van transmitiendo a las nuevas generaciones, pues muchos niños acompañan a sus padres y los ayudan arrear la yuntas, con sus botas de caucho y sombreros.
Desde niña asistía ocasionalmente a la misa de San Isidro con mi abuelo, quien era un campesino muy devoto de este santo patrón y como ofrenda recuerdo que regalaban a la carroza que pasa por el frente de la casa, una bottella de leche, cuajadas, maíz y caña de azúcar, con la fe de que Isidro le mantuviera sus vacas sanas y su tierras fértiles.
7 июн 2015
