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La Trilogía "Cómo subí el Matterhorn y el Cervino en solitario" por la arista Hörnli (Suiza) 2007 y por la arista Lion (Italia) 2019: ru-vid.com/video/%D0%B2%D0%B8%D0%B4%D0%B5%D0%BE-aId6qiamG6I.html
Otra vez aquí, bajo la misma montaña, mirando las mismas estrellas. Acurrucado en mi saco de dormir entre pedreras y neveros, me pregunto: ¿Por qué he vuelto? Cuando vine aquí por primera vez en el verano del 2007 lo tenía claro, quería escalar en solitario el Matterhorn (4.478 m) por la arista Hörnli, quería contarlo en un vídeo. Y lo hice.
El Cervino era un mito, un reto, una ilusión. Mi Ítaca particular, que 12 años después sigo buscando, porque mañana cuando llegue a la cumbre, como en todas las cumbres, no encontraré nada. Pero ahora desde mi vivac lo veo claro, todo lo que viviré y aprenderé está en el camino. Por eso, cuando me pongo a trepar en solitario a las 3 de la madrugada por la arista Lion, soy feliz ya sé por qué he vuelto. Y aunque el frío del amanecer ponga a prueba mi pasión por las montañas, voy a disfrutar cada momento. Encontré el Cervino que buscaba, mi Ítaca era el camino. Pero sin prisas, el día es fantástico y allí arriba solo hay una cruz, símbolo del final pero también del principio. Aún queda el descenso, aún tengo un último vídeo que editar, aún me quedan muchas montañas por subir. Como a Sísifo, parece. Pero no. Para mí cada piedra es un reto, cada montaña una nueva ilusión. Este es mi mito, esto es lo que me llevo de aquí.
16 de agosto 2019
Javier García Mascarell
23 апр 2021
