Interesante charla! De hecho, dejaría lo siguiente para la reflexión: si ante ciertos eventos vitales, graves y dolorosos como inesperados seísmos, una persona no cayese en depresión, ¿no sería esto lo auténticamente patológico? El problema estriba en que la recuperación no es sencilla ni rápida, pero ello no es razón, para etiquetar como enfermo a alguien que cae en depresión, pues le haremos más daño en vez de curarlo. Un saludo!