Hace más de sesenta años se fundaba en Ourense una pequeña ciudad. En ella
se promovería la salud y el desarrollo de los niños a través de la defensa de sus derechos y la igualdad. Además, ellos serían los protagonistas absolutos de esta pequeña comunidad y todos serían considerados ciudadanos con idénticos derechos. En una sociedad reprimida por la dictadura franquista, esta revolucionaria nación tenía sus propias elecciones democráticas, su propia moneda, aduana y una escuela de circo, la segunda del mundo tras la de Moscú. Actuaría por toda Europa, América,
Asia y Australia en lugares tan emblemáticos como el Grand Palais des Champs-Elysées de París o el Madison Square Garden de Nueva York. Los niños, futuros ciudadanos del mundo, fueron los protagonistas de una utopía que un cura fundó a las afueras de Ourense: La Ciudad de los
Muchachos de Benposta.
David Presas
23 окт 2024