Entre los carnavales ancestrales que aún se conservan, se encuentran los diablos y mascaritas de Luzón (Guadalajara), un ritual de invierno en el que los vecinos se visten durante la tarde/noche del sábado de estos personajes para conservar la tradición.
Los diablos vestidos de negro, tiznan sus rostros con una mezcla de hollín y aceite, portando cuernos de toro, dentaduras talladas en patata y cencerros que anuncian su llegada acompañados de las dulzainas.
Las mascaritas visten trajes regionales y cubren sus rostros con un trapo blanco que solo deja intuir sus ojos y boca, una toquilla y un bastón mientras vagan en silencio para evitar ser reconocidas.
Se cree que esta festividad tiene un origen Celta ligada a los rituales de fertilidad de la tierra celebrándose en fechas próximas al equinoccio de primavera
Maria Cruz Cesteros.
23 окт 2024
