Con libreto de Juan José Arteche y Ángel Fernández Montesinos y música de Augusto Algueró, la comedia musical “¡Mamá, quiero ser artista!” se estrenó el 4 de febrero de 1986 en el Teatro Calderón de Madrid. Su dirección corrió a cargo de Fernández Montesinos, mientras que su coreografía y escenografía fueron ideadas por Giorgio Aresu y Emilio Burgos respectivamente. Protagonizada por Concha Velasco, su reparto lo completaron Francisco Valladares, Margot Cottens, José Cerro Juan Carlos Martínez y Alberto Denis. Bajo la dirección musical del propio Algueró, incluyó canciones adicionales pertenecientes a populares revistas y zarzuelas como “La florista sevillana” • Concha Velasco - "LA F... de “Gran Revista” de Fernando Moraleda, “Horchatera valenciana” de “Las de los ojos en blanco” de Francisco Alonso o “Soy la chula madrileña” de “La chula de Pontevedra” de Pablo Luna. Y también algunas coplas míticas como el pasodoble-romance de Guerrero y Algarra “La Reina Juana” o la canción por bulerías de Quintero, León y Quiroga “No te mires en el río” • Número cómico. "No te ... Entre los números originales de Algueró destacó el que le daba título, en esta ocasión con letra de Carlos Toro • Concha Velasco - "Mamá...
“¡Mamá, quiero ser artista!” constituyó todo un homenaje al teatro musical español, repasando además algunos temas de famosas películas como “Las chicas de la Cruz Roja” (Rafael J. Salvia, 1958) y “El Día de los Enamorados” (Fernando Palacios, 1959) Pese a la calurosa acogida recibida en Madrid, la obra fracasó en Sevilla al estrenarse en plena Feria de Abril. En el Apolo de Barcelona sin embargo constituyó uno de los grandes acontecimientos teatrales de la temporada. El éxito de la obra se vería multilplicado cuando fue retransmitida por Televisión española el 25 de diciembre de 1989 con Fernando Navarrete como realizador.
Las canciones de la revista fueron editadas el mismo año de su estreno por el sello Producción General de Espectáculos, S.A.
«En el espejo de mi habitación
flotaba una chiquilla en camisón
que en vez de preocuparse de jugar
le daba solamente por soñar.
Esa niña en las nubes era yo
y pensaba con toda la razón
que hay dos clases de gente nada más:
los artistas y todos los demás.
Sacaba ropa vieja del baúl
y me vestía como en Hollywood,
me hartaba de cantar y de bailar
o de ensayar la escena del sofá.
Me ponía zapatos de tacón,
me plantaba en las trenzas una flor,
me pintaba los labios de carmín…
y buscaba el valor para decir:
Mamá, quiero ser artista,
¡oh, mamá, ser protagonista.
Con pieles o harapos, con tal de ser trapos,
de estrella solista que hace suspirar.
Mamá, quiero ser famosa,
¡oh, mamá, ser la más hermosa.
Firmar talonarios y en el escenario
pisar a diario alfombras de rosas.
Mamá, por favor, compréndeme:
quiero ser artista.
En el silencio de mi habitación,
bordaba en la almohada mi ilusión.
Mi nombre luciría como un sol,
con guiños caprichosos de neón.
Y un buen día tome la decisión
de llevar hasta el fin mi vocación,
y dispuesta al martirio por mi fe
estas cuatro palabras pronuncié:
Mamá, quiero ser artista,
¡oh, mamá, ser protagonista.
Con pieles o harapos, con tal de ser trapos,
de estrella solista que hace suspirar.
Mamá, quiero ser famosa,
¡oh, mamá, ser la más hermosa.
Firmar talonarios y en el escenario
pisar a diario alfombras de rosas.
Mamá, por favor, compréndeme:
quiero ser artista.
Mamá, es inevitable,
¡quiero ser artista!»
18 сен 2024