Yo tenía todos los rasgos del trastorno límite de la personalidad y mi exnovio tenía todos los del estrés postraumático complejo. En mi experiencia, lo más grave es no aceptar necesitar apoyo psiquiátrico y no querer tomar terapia psicológica. Eso es lo más grave, pues al no atenderse, todos los síntomas aparecen todo el tiempo y la funcionalidad de la persona (en cualquier área de su vida) se torna casi imposible ya que se vive en un constante tormento de pensamientos y sensaciones físicas que no se comprenden y parecen no tener fin.