El Lic. Tavil explica el Mito lacaniano de la "Laminilla", basándose en las clases del “Seminario 11 - Los Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis”que hablan al respecto; así como en el escrito “Posición del Inconsciente” de los Escritos.
Lacan utiliza este Mito para explicar cuál es el lugar que él le da al concepto de "libido".
Los mitos le han servido al hombre, desde tiempo inmemoriales, para dar una explicación a la pregunta por el por qué de ciertas cosas. Le dan su origen mítico, y de esa forma simbolizan una dinámica que es más bien de estructura, es decir, real.
Lacan sustituye el mito de Aristófanes del "Androgino", presente en El Banquete de Platón, donde explica la tendencia de Eros (el amor) de buscar hacer de dos, uno, por el Mito de la Laminilla, de su propia creación. Éste, más bien, da su importancia a la pérdida fundamental que tiene el ser humano por reproducirse por la vía sexuada, la pérdida de su inmortalidad. Por ser un ser viviente, sujeto a la sexualidad como forma de reproducción, entonces queda sometido a la muerte individual. De esa manera, queda vinculada la sexualidad con la muerte. La Laminilla es ese órgano de la inmortalidad que pierde el humano al nacer, órgano que no puede nunca recuperar.
De esta forma, Lacan explica cómo la pulsión toma este órgano pérdido, irreal, como su objeto. En el psiquismo van a estar representados como objetos de la pulsión todos esos objetos que caen en la misma seria que éste, mítico, y que lo sustituyen, o figuran; estos son los objetos "a", que se caracterizan por su forma de corte anatómico, es decir, por la posibilidad de ser desprendidos del cuerpo, perdidos. El objeto de la pulsión va a ser este objeto que tiene la particularidad de poder ser perdido, desprendido del cuerpo; y a eso se dedica la pulsión, a dar vueltas a estos objetos para en ellos recuperar su pérdida original, o sea, volver a perderlos.
Esto implica que la sexualidad en el humano se inscribe en el psiquismo por medio de la falta del objeto, lo que se llama la pulsión parcial. La consecuencia de esto, es que en el psiquismo no hay nada que represente la totalidad sexual, lo que Lacan llama "la relación sexual". Es decir, algo que represente mi ser como macho o hembra. Lo que hay que hacer como hombre o mujer, dice Jacques, se aprende totalmente del Otro, esto es el Edipo. Mientras que el acceso al Otro, se da a a través de las pulsiones parciales. O sea, en la pérdida del objeto que sirve de complemento con el Otro, que figura también (asociada a la operación de la separación) el desfallecimiento del ser del sujeto; su muerte.
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2 авг 2024