El Valle de la Sombra de Muerte
Por Charles H. Spurgeon
"Sí, aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento." - Salmo 23:4
Este verso sin duda es muy aplicable a la experiencia de un creyente cuando llega a morir, pero sin duda, ese no es su único propósito. Tiene una aplicación inefablemente encantadora para los moribundos, pero también es para los vivos; y en este momento, si, a través de cualquier prueba particular, tu alma está abatida en tu interior y estás caminando por el valle de la sombra de la muerte, te ruego que repitas las palabras del texto, y que el Señor te ayude a sentir que son verdaderas: "Sí, aunque (incluso ahora) andase en el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento". Las palabras no están en tiempo futuro en su versión original, por lo tanto, no están reservadas para un momento distante. No dejes para el futuro lo que necesitas tanto en el presente. Aunque ande, incluso en este momento, por el oscuro valle, tú, oh Señor, estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. David no estaba muriendo; el salmo está lleno de vida feliz y tranquila. Está recostado en verdes pastos y siguiendo a su Señor junto a aguas tranquilas; y si una nube ha descendido sobre él y se siente como uno amenazado por la muerte, sin embargo, espera que la bondad y la misericordia lo sigan todos los días de su vida. La canción no debe estar guardada en el estante hasta nuestro último día, sino que debe ser cantada en nuestros instrumentos de cuerda todos los días de nuestras vidas; por lo tanto, cantémosla en esta hora sagrada en los atrios de la casa del Señor y en medio de aquellos que lo aman.
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1 дек 2023
