Trazar un camino de flores de cempasúchil. Colocar tamales, pulque y camote en las ofrendas. Adornar papel picado con calaveras, flores y otros motivos tradicionales. Comer dulces de azúcar en forma de cráneos o panes con forma de cadáveres, son costumbres de las fiestas de Días de Muertos y nos remiten, indudablemente, a la cultura prehispánica con sus tzompantli llenos de calaveras, el mes de su calendario dedicado a los muertos y su absoluta despreocupación por la muerte como lo demuestran los sacrificios y las guerras floridas.
No obstante, todos estos elementos no son una invención de la cultura mexicana, así como tampoco las ofrendas que se colocan en la madrugada del día primero de noviembre. Provienen, más bien, de la Europa medieval y son costumbres católicas y profundamente jesuitas, incluso de raigambre romana. Pero ¿hasta qué punto representan resabios de la cultura indígena mexicana?
4 окт 2024