Examen Shodan de Cristian Javier Barría Riquelme, alumno de Academia Oyama Maipú, realizado en Diciembre de 2018, en el Honbu Ikok Sosai Chile.
Examen dirigido y evaluado por Shuseki Shihan Pedro Pino Ávila 7º Dan Internacional, Presidente de la Organización Internacional de Karate Kyokushin Ikok Sosai Chile y Coordinador para Latinoamérica de la Ikok Sosai Honbu Tokio Japón.
Como Dojo nos sentimos muy orgullosos por este logro alcanzado.
Sin duda un camino que no estuvo exento de dificultades, lesiones, cansancio y frustraciones.
Felicitaciones a nuestro Senpai Cristian Javier
OSSU!!
CRÓNICA DE UN KYOKUSHIN
Es propio comenzar la historia del karate en mi vida señalando que ha estado presente a lo largo de todo mi crecimiento. A muy temprana edad conocí el karate a través de mi padre quien lo practica desde antes de mi nacimiento, así que era de esperar que siguiera sus pasos dado a la estimulación ambiental que tuve gracias a él.
Bien lo anterior, mi practica de karate no comenzó hasta el 2013 cuando mi padre abrió su dojo y yo recién estaba en 4to año de universidad. En esos años, el karate influyó en mi un sentimiento de superación personal y de desafíos constantes. Es decir, el karate hace que sea una persona desafiante ante aspectos propios de la vida, trabajo, estudios, relaciones; en donde me obligo a hacer las cosas lo mejor posible, dejando hasta el último esfuerzo y gota de energía en cada acción, así como se entrene dentro de un dojo de Kyokushinkai.
Comencé a practicar el kyokushin junto a mi padre, el cual me ha transmitido todos sus conocimientos en cada entrenamiento, posteriormente y gracias a mi formación docente en el ámbito de la educación física, empecé a ayudar en partes de las clases como en la preparación física, fortalecimiento articular y muscular, como también en los distintos tipos de entrenamiento. Fue así como de a poco empecé a interiorizarme en el mundo de karate, al final del primer año, ya estaba haciendo clases completas lo cual me ayudo a conocer mucho más sobre los aspectos técnicos propios de kyokushinkai, como la terminología de la clase, estructura de la misma, etc. Esto mismo también creó un sentimiento y mirada pedagógica respecto a la práctica del karate, en la cual pienso que es el medio más adecuado para forjar buenas personas, con valores íntegros y espíritus fuertes.
A los 5 meses me presenté en mi primer torneo de kyokushinkai en la ciudad de Valparaíso, obteniendo el tercer lugar de la categoría novatos menos de 70 kilos, lo cual me dejó bastante contento, más que por un puesto en el podio, por haber enfrentado los miedos propios que están presentes al momento de decidir participar en un evento de esta categoría, luego comencé a dar mis exámenes de grado, siempre poniendo metas más ambiciosas como pruebas físicas de grados superiores, aprendiendo terminología para poder realizar las clases con mayor fluidez y dinamismo, esto hace que al poco tiempo ya esté reemplazando en las clases en donde mi senpai no pudiera estar por motivos laborales.
Durante mi vida como karateca, me he visto enfrentado a varias lesiones por traumas, de las cuales dos de ellas ya fueron operadas y una está en tratamiento permanente. Lesiones que detuvieron la práctica sistemática de cualquier deporte o disciplina deportiva lo cual significó un retroceso y un aplazamiento de mi examen de Shodan por dos años consecutivos, lo cual fortaleció otros aspectos como el espíritu de la abnegación y la perseverancia.
Más adelante, comienzo a realizar talleres de deportes de combate en mi lugar de trabajo, en donde se pretende desarrollar habilidades sociales y valores como el respeto, perseverancia, tolerancia a la frustración, empatía, autocontrol y autoconocimiento, como también las habilidades motrices básicas, fuerza, resistencia, flexibilidad y potencia, además de las habilidades coordinativas, lateralidad, equilibrio dinámico y estático.
En base a un estudio del curriculum de educación física, se logra poner en marcha la unidad de deportes de combate en donde el karate kyokushinkai toma gran fuerza y relevancia para forjar la personalidad de los niños, niñas y adolescentes.
En la actualidad, mi propósito en el Kyokushinkai es la masificación de la misma, tratando de ser un instructor íntegro y lo más completo posible para que de esta forma el legado de Sosai Oyama perdure en el tiempo.
Mi objetivo es poder desarrollarme como Instructor y maestro, teniendo en cuenta que mi profesión está ligada a la práctica pedagógica y a la profesionalización del saber enseñar y transmitir el conocimiento a quien más lo desee o necesite.
Por Cristian Javier
OSSU!!
19 апр 2019
