Muchas decían que Lino no mostró sufrimiento cuando leyó la carta, lo que pasa es que nuestro rancherito se aguantó las ganas de llorar ¡No iba a llorar delante de Alberto! ¿Cómo creen? Pero si está sufriendo por su fresita. Y el limón agrio ya está poniendo sus ojos en la fresita jaja ¡Pobrecito de ti! ¡No tienes ninguna oportunidad con ella!