Primeros ‘graveleros’: ¿TOUR de Francia?
En ocasiones, surge la idea de cuándo nació el gravel y no cabe duda que a principios del S.XX el ciclismo era ciertamente un poco gravel porque muchas carreteras no estaban asfaltadas y con las bicicletas con las que hacían carreras iban por todo tipo de superficies: caminos de arena, calles empedradas pero en su mayoría pistas con muchos baches que estaban muy lejos de la calidad con la que luego empezaron a asfaltarse los caminos a petición del creciente tráfico rodado.
Con todo y con eso, a pesar de parecerse mucho al gravel no era gravel como tal pues no era una elección como lo es ahora sino una obligación dado que era la única opción donde poder pedalear. Así que se parecía al gravel pero las bicis no eran gravel ni en geometría ni en componentes ni en nada de lo que actualmente conocemos como gravel. Es cierto que el actual gravel bebe de esas raíces primigenias del ciclismo clásico y original, pero el ciclismo de aquella época no era gravel. Era ciclismo allá donde pudiera hacerse y el entorno era ese. Sin más opción, pero no cabe duda de que el actual gravel si tiene mucho de ese espíritu aventurero y viajero en el que montar en bici era una manera de afrontar lo desconocido con la propia energía humana, sin nada más. Y esa esencia si que se mantiene en el actual gravel, pero con tecnología actualizada y moderna, apta para poder elegir entre hacer ciclismo de carretera, mountain bike o cualquiera otra de las modalidades que ofrece el ciclismo como deporte. Y eso si que es muy propio del gravel, poder elegir entre muchas opciones donde adaptar nuestra manera de hacer ciclismo a nuestros gustos y poder mezclar modalidades que están un poco en la frontera de varios estilos.
¿Cuándo salen las primeras bicis gravel?
En 1984 Specialized presentó su modelo Sequoia con versión Expedition pensada para cicloturismo, que luego evolucionaría en el posterior concepto de la Roubaix. En el caso de esta Diverge, hay que retrotraerse hasta 1989 cuando Mike Sinyard sacó de la chistera la Specialized Rock Combo. Una bicicleta de montaña de 26” con ligeras variaciones en la geometría del cuadro, que tenía potencia elevada y manillar de carretera con las manetas del cambio colocadas en los extremos del manillar, al estilo de las de ciclo-cross… Una bici que marcaba el sendero a seguir décadas después con el gravel y su modelo Diverge que aparecería en 2015 para volver a ser presentada una nueva revisión en 2017 y recientemente este modelo de gama 2021. Aunque la Rock Combo de Specialized no fue la primera bici en serie con este tipo de características, con neumático de taco y manillar curvo, pues la propia marca Bianchi, desde 1986, presentaban en sus catálogos bicis como el modelo Volpe con ruedas de 700c y neumáticos de 38mm enfocados al uso más allá fuera de la carretera. El mismo año que Specialized sacó su modelo Rock Combo, en 1989, otra marca como Cinelli sacó su polivalente modelo Passatore, inciciática bici entre medias del cicloturismo y el gravel. Pero bien se podría argumentar que la primera bicicleta gravel de producción fue la Salsa Warbird en 2011, herencia directa del modelo La Cruz de la misma marca que data de 2007 con manillar curvo de acero y espacio para cubiertas de hasta 42 mm. En 2008 Salsa sacaría su icónico modelo Fargo pero ya enmarcado en el concepto de MTB con ruedas de 29” y manillar curvo. Salsa, siempre, una marca vinculada con el ciclismo de aventura y las bicicletas distintas y originales.
Prototipos y pioneros
Como curiosidad, cabe recordar que a finales de la década de los 70 se hicieron algunos de los primeros prototipos de lo que ahora son las bicis gravel. Uno de esos fabricantes fue el constructor Charlie Cunningham (cofundador de la marca de componentes WTB), quien fabricó en 1978 su primera mountain bike con manillar curvo. Se trataba de una bicicleta con cuadro de aluminio con bastante slooping para la época, potencia de magnesio mecanizada, guiacadenas de titanio y cierre rápido en el sillín, algo que era revolucionario en esa época. Una bici visionaria con 70,5º en la pipa de dirección, 72,5º en el tubo de sillín, horquilla con offset de 2” (más de 5 cm), 1055 mm entre ejes, vainas de 43 cm y 29,5 cm de altura de pedalier con cubiertas Cyclepro Snakebelly de 2”. Se daba la circunstancia de que su esposa Jacquie Phelan era corredora y Charlie le fabricó varias bicis, entre otras la R1 con la que logró tres campeonatos nacionales de Norteamérica. Estas bicis se caracterizaban por ir sin pintura puesto que Charlie opinaba que como estaban enfocadas a corredores que competían con ellas era más fácil reparar cuadros sin pintura y devolverlos a su uso en muy poco tiempo. Lo cual les otorgaba a sus bicis un aspecto un tanto rudo, con las soldaduras muy a la vista.
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9 сен 2024
