“Llevaba toda la tarde nervioso, me hacía muchísima ilusión”, reconoce Javier Cámara al recoger el Goya al Mejor Actor de Reparto por su interpretación de Tomás, un profesor universitario que vuelve a Madrid para hacer compañía a su mejor amigo, enfermo de cáncer, en Truman. El riojano confiesa que “se siente un privilegiado por compartir planos y miradas con Ricardo Darín“ y dedica el premio al director de la cinta Cesc Gay.
Además, Cámara recuerda qué es lo que estaba haciendo hace treinta años, cuando nacieron los Goya -“estaba trabajando en el campo con mi padre”- y agradece su importante labor a los actores jóvenes y de reparto. María Adánez, Javier Rey y Manuela Vellés son los encargados de entregarle el que es su segundo busto, ya que el intérprete cuenta con un Goya por Vivir es fácil con los ojos cerrados.
29 фев 2016