La colegiata de Santa María en Toro, Zamora, fue comenzada a construir en la segunda mitad del siglo XII. Llegó a contar hasta con tres entradas abocinadas, siendo la más antigua la que mira al norte. Más tarde se hicieron la del sur y la del oeste. En los tres casos, estamos ante el modelo canónico de una entrada de la cristiandad latina: ese abocinamiento a través de sucesivas arquivoltas. Pero, además, los pórticos de Toro nos recuerdan otros dos elementos clave de la arquitectura medieval latina: la policromía de sus muros (como podemos ver en el maravilloso pórtico de la Majestad) y al importancia de la música, anunciada ya en los ancianos del apocalipsis con sus instrumentos que aparecen tanto en la portada norte, como en la occidental.
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/ @albertogarin
13 окт 2024