El "Río Iguazú", una pequeña embarcación de 27 metros de eslora, junto al guardacostas "Islas Malvinas", fue enviada por la Prefectura Naval Argentina al archipielago recuperado en 1982, para marcar la presencia allí de esa institución. Pero terminó haciendo mucho más. En la mañana del 22 de mayo, haciendo una tarea de apoyo logístico, fue atacada por dos aviones Harrier. En la acción fue muerto uno de sus artilleros y resultaron heridos otros tripulantes. Sin tener entrenamiento para ello, el cabo segundo José Raúl Ibáñez no dudo un segundo en empuñar la ametralladora 12,7 y derribar con ella a una de las aeronaves enemigas.
Cáscaras de nuez, con tripulantes de acero. Y de una nobleza superlativa. Ibañez dijo enseguida que el Harrier había sido derribado por Benitez, así el camarada muerto se llevaría los laureles de esa hazaña. Y sólo después de un interrogatorio del comandante Olmedo, durante el cual entre lágrimas rogaba para que se adjudique el derribo a Benítez, finalmente accedió a contar la verdad: fue él.
A 42 años del hecho, Nicolás Kasanzew, corresponsal de guerra en Malvinas, entrevista en su casa de Escobar a Ibáñez, condecorado con la Cruz al Heróico Valor en Combate.
Cámara y edición, Sil Bonfietti.
30 сен 2024
