La previsión reconforta. Ordenar asuntos externos permite que toda la atención se centre en el momento; es un poco definir el sendero por el que vamos a transitar y así liberar espacio de la mente para poder acompañar, cuidar, proteger y consolar.
Hay decisiones que es preferible tomar con tiempo y serenidad. Planificar qué hacer ante el suceso inevitable de la muerte, brinda tranquilidad a nosotros mismos y a nuestra familia.
Prever la muerte propia o de los seres queridos es una sabia determinación y representa una carga menos en el momento de afrontar las dificultades propias de esta situación. Resulta un gran alivio el tomar decisiones racionales, meditadas, con tiempo, analizando las distintas opciones y escogiendo las más ajustadas a las necesidades de cada familia, evitando más dolor e incertidumbre en el momento justo en el que uno se siente más vulnerable.
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15 окт 2024