En elegir bien a los secretarios de educación, de gobierno del bienestar es donde deben poner atención no en estar en contacto de ministros y jueves recuerden que todo se empieza en casa no queremos al Mario ni la Rosa Isela ni más CORRUPTOS por favor
En un debate al menos uno de los participantes debe estar a favor de la reforma y al menos uno en contra, eso es un debate, cambien el nombre, eso no es un debate
Atole con el dedo, se dara un cargo por 12 años y de nuevo, si no funcionan los ministros que será muy probable no habrá posibilidad de removerlo. Eso es una burla. No cabe duda que la justicia, salud y educación seguirán siendo un negocio de los políticos, el pueblo no les importa, a poco poner a Delfina Gómez, Leticia Ramírez, Mario Delgado y Elba Esther Gordillo ¿Beneficia a la educación? Lo mismo poner ministros candidateados por gobiernos locales y partidos políticos ¿Dará justicia a los jodidos?
Estimo endeble que la paridad de género se relacione con la impartición de justicia per se. No es un argumento sólido respecto de los cambios al Poder Judicial Federal.
Deben dar a conocer como se conforma el poder judicial y el trabajo y responsabilidad de las areas asi el ciudadano se dara cuenta que no es el mismo perfil de un político y de un juez magistrado o juez que de un senador diputado presidente que solo requiere habilidad para manipular gente y un ministro requiere preparación profesional magistral
la transparencia seria que en todos los juzgados se pongan camaras de video y se transmitan en las redes sociales las actividades diarias y la ciudadania pueda observar todo lo que se realiza en las funciones diarias
Felicidades magistradas sus exposiciones han sido excelentes, ustedes son las personas con el conocimiento de la justicia y de los derechos humanos, los ciudadanos no tenemos el conocimiento necesario para elegir a los jueces, migistrados, etc. que saben los de Morena, senadores, diputados, solo quieren poder
El mello del problema, es que en realidad, la justicia jurídica y social, le favorece a grupos y personas económicamente bien posicionadas, porque tienen el poder de llevar al límite la defensa jurídica y social de sus derechos, pero los menos favorecidos no tienen la oportunidad de hacerlo, y por lo tanto , quien tenga conocimiento de esta diferencia se le hagan valer sus derechos jurídicos no mediando el poder económico ni el poder mediático para hacerlo, como si lo hacen los que pueden pagar para hacerlo.