The Modern Period
The development of better protection for the hands (large shell guards and the famous and characteristic cup hilt) during the 1630s favored a small but important evolution in the school.
Swords are now held with both the index and middle fingers in the ricasso, together with the thumb, affording more strength and control in the atajo, and perfecting the characteristic straight angle stance of the fencer.
The relevance of this choice is stressed in the work of master Luis Díaz de Viedma, published in 1639. Cristobal de Cala, in 1642, shows how this way to hold the sword helps to control the opposing weapon (atajo), even when our blade is under theirs. This kind of atajo inferior will be explored in great detail by the most important master of this period, Francisco Lorenç de Rada, who published his first treatise in 1695 and, 1705, wrote what amounts to the most profuse and detailed description of theory and techniques for Verdadera Destreza, Nobleza de la Espada.
In addition, the contact with foreign schools and the evolution of weapons promote the occasional use of lower, less upright stances, such as the famous Bella Española, as described by Rada, or a similar stance previously described by Álvaro Guerra de la Vega in 1681.
In addition, the contact with foreign schools and the evolution of weapons promote the occasional use of lower, less upright stances, such as the famous Bella Española, as described by Rada, or a similar stance previously described by Álvaro Guerra de la Vega in 1681.
This era is the most prolific in treatises and authors. Some will remain more or less orthodox within the tradition, such as Francisco Antonio de Ettenhard or Miguel Pérez de Mendoza. Some will instead hail back to archaic tendencies, such as as Nicolás de Tamariz, who insists on wielding the sword with just the index finger in the ricasso. Still other masters will develop clearly heterodox tendencies, like Juan Antonio de Arrieta whom, in 1688, rejects the idea of atajo.
This period ends with the admirer and defender of Rada’s theses Nicolás Noveli writing his Crisol especulativo, in 1731.
El periodo moderno
El desarrollo de una mejor protección para las manos (grandes guardamanos de concha y la famosa y característica empuñadura de cazoleta) durante la década de 1630 favoreció una pequeña pero importante evolución en la escuela.
Las espadas se sujetan ahora con los dedos índice y corazón en el ricaso, junto con el pulgar, lo que proporciona más fuerza y control en el atajo, y perfecciona la postura de ángulo recto característica del diestro.
La relevancia de esta elección se destaca en la obra del maestro Luis Díaz de Viedma, publicada en 1639. Cristóbal de Cala, en 1642, muestra cómo esta forma de sujetar la espada ayuda a controlar el arma contraria (atajo), incluso cuando nuestra hoja está bajo la suya.
Este tipo de atajo inferior será explorado con gran detalle por el maestro más importante de este periodo, Francisco Lorenç de Rada, que publicó su primer tratado en 1695 y, en 1705, escribió lo que viene a ser la más profusa y detallada descripción de teoría y técnicas de Verdadera Destreza, Nobleza de la Espada.
Además, el contacto con escuelas extranjeras y la evolución de las armas promueven el uso ocasional de posturas más bajas y menos erguidas, como la famosa Bella Española, descrita por Rada, o una postura similar descrita anteriormente por Álvaro Guerra de la Vega en 1681.
Esta época es la más prolífica en tratados y autores. Algunos se mantendrán más o menos ortodoxos dentro de la tradición, como Francisco Antonio de Ettenhard o Miguel Pérez de Mendoza. Otros, en cambio, volverán a tendencias arcaicas, como Nicolás de Tamariz, que insiste en empuñar la espada sólo con el dedo índice en el ricaso. Otros maestros desarrollarán tendencias claramente heterodoxas, como Juan Antonio de Arrieta que, en 1688, rechaza la idea del atajo.
Este periodo se cierra con el admirador y defensor de las tesis de Rada Nicolás Noveli que escribe su Crisol especulativo, en 1731.
25 авг 2024
