La Antilla, “el lugar de las horas felices”, esa playa del municipio onubense de Lepe situada a unos siete kilómetros de la localidad, siempre nos depara paradisíacos momentos.
Comenzamos las imágenes con unas escenas donde mostramos los paisajes exteriores de La Antilla. Pronto nos vamos a acercar a estas mágicas playas de arenas claras y finas, tan características de estos rincones de la Costa de la Luz.
Avanzamos hacia poniente para acercarnos al núcleo urbano de La Antilla. Vamos recorriendo suavemente la playa del mismo nombre, kilométrica playa, casi infinita, escoltada en este tramo por las edificaciones del núcleo turístico de La Antilla, el cual tiene su historia.
La zona del núcleo de La Antilla que estamos observando forma parte del despegue del boom turístico que se produjo en los años sesenta del siglo pasado. Continuó su evolución hasta llegar a ser lo que apreciamos en las imágenes, un gran núcleo turístico en el cual conviven chalés con parcelas en las primeras líneas de playa, altos edificios de pisos-apartamentos y urbanizaciones de distintas tipologías. Una vía principal, la Avenida Castilla, paralela a la línea de playa, vertebra esta parte del conjunto urbanístico.
Ahora nos vamos hacia levante, al extremo este del núcleo urbano. Aquí finaliza la playa de La Antilla, con su zona canina, para dar comienzo la infinita playa de Nueva Umbría, una playa virgen surgida de la flecha litoral denominada Flecha del Rompido o Flecha de Nueva Umbría.
La Flecha del Rompido es muy especial, y dinámica. Esta flecha litoral, de indudable belleza, es una formación arenosa que comenzó a crearse tras el terremoto de Lisboa de 1755, seísmo que trastocó toda la línea costera de la zona, encontrando su origen en el aporte del río Piedras, el flujo mareal y los vientos dominantes del suroeste (depósitos eólico-marinos), que se han unido para dar vida a la flecha, que crece de una forma vertiginosa (más de cuarenta metros al año de media en los últimos cincuenta años).
La dinámica geomorfológica de esta flecha arenosa, por su envergadura, es única en todo el litoral andaluz, con una longitud de más de 12 kilómetros y una superficie superior a las 500 hectáreas, constituyendo una de las únicas formaciones terrestres móviles de Europa.
La flecha continúa creciendo, y por ende la playa de Nueva Umbría, una playa virgen de arena fina y dorada abierta al océano, con la misma longitud, obviamente, que la flecha del mismo nombre.
Vamos a acabar estas imágenes con un amplio enfoque de esta inmensa playa, y un Atlántico que muestra todo su encanto a través del vaivén de las suaves olas vestidas con sus trajes de plata, enamorando así al sentimiento más bohemio.
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9 окт 2022
