Ninguno en esa mesa conocía la obra -y mucho menos cómo piensa Enríquez-, se nota por las preguntas demasiado obvias, de cosas que ya ha detallado en infinidad de entrevistas. Ojalá la visita les haya motivado ir a comprar alguno de sus libros y leerla, van a descubrir un universo inagotable (y se van a dar cuenta de lo mucho que desaprovecharon esta entrevista).