No hay otra dicha que la paz interior. Ya los más antiguos sabios de la India insistían, con mucha razón, en que no hay nada que pague un instante de paz. Es necesario no solo mirar hacia afuera, sino hacia los adentros y recuperar el espacio interior de calma, comprensión profunda, claridad mental y corazón compasivo. Y una de las sendas más directas hacia lo más quieto y apacible de uno mismo es la meditación.
(Ramiro Calle)
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28 фев 2020
