[194] En realidad, aunque uno fuese el propio director, sus previsiones no serían muy fiables; la búsqueda extensiva de información privilegiada demuestra que los directivos baten el mercado cuando colocan sus acciones, pero su margen de ganancias apenas es suficiente para cubrir los costes de tales operaciones. Véanse H. Nejat Sey hun, « The Information Content of Aggregate Insider Trading» , Journal of Business 61 (1988), pp. 1-24; Josef Lakonishok e Inmoo Lee, « Are Insider Trades Informative?» , Review of Financial Studies 14 (2001), pp. 79-111; Zahid Iqbal y Shekar Shetty, « An Investigation of Causality Between Insider Transactions and Stock Returns» , Quarterly Review of Economics and Finance 42 (2002), pp. 41-57. [195] Rosenzweig, The Halo Ef ect. [196] Deniz Anginer, Kenneth L. Fisher y Meir Statman, « Stocks of Admired Companies and Despised Ones» , documento de trabajo, 2007. [197] Jason Zweig observa que la falta de apreciación de la regresión tiene implicaciones perjudiciales en el reclutamiento de directivos. Las empresas en apuros tienden a buscar personas de fuera y a reclutar directivos de compañías que recientemente han obtenido grandes beneficios. Se confía, al menos temporalmente, en que el nuevo directivo que entra en la empresa mejore la situación de la misma. (Con el tiempo, el regreso a su antigua empresa se torna difícil, lo que hace creer a sus nuevos jefes que definitivamente han contratado al « hombre adecuado» .) En cualquier momento, un directivo puede desertar, y la nueva compañía debe comprar sus participaciones (en acciones y en opciones) en su antigua empresa, estableciendo una línea de base para una futura compensación que nada tiene que ver con lo que consiga hacer por la nueva empresa. Decenas de millones de dólares de compensación son destinados a méritos « personales» que en la may oría de los casos son producto de la regresión y de los efectos halo (comunicación personal, 29 de diciembre de 2009).