De su época medieval y en sus primeras fechas, sabemos que había unas tierras denominadas Nava. Será alrededor del siglo XII, cuando empezamos a encontrar documentación sobre unas donaciones que incluían un lugar llamado Salas de Nauna. También encontramos noticias sobre un monasterio de San Bartolomé. Durante el siglo XIII ya aparecen señoríos laicos con influencia en esta zona, como la Casa de Noreña y también influencia religiosa como la iglesia de Oviedo, el monasterio de San Vicente y San Bartolomé de Nava que extenderán sus influencias no solo por este concejo, sino por los vecinos, este monasterio fue muy favorecido por la casa de Noreña. Fue Alfonso X el que funda la puebla de Nava a la que dota con el fuero de Benavente con los privilegios de un mercado semanal y otros beneficios convirtiéndose en el principal vértice económico y administrativo. Esta puebla de Nava no consiguió su objetivo, en parte debido a la influencia monástica de San Bartolomé. Este concejo pasa por diferentes manos, la casa de Noreña, al conde de Trastamara futuro Enrique II, que se la cederá a su hijo bastardo el conde don Alfonso que tuvo continuas rebeldías contra la corona, hasta su derrota que significó el regreso de estas tierras a la corona.
En el siglo XV hay una familia que empieza a destacar, la Casa de Nava que tendrá continuos enfrentamientos con otras Casas para obtener su hegemonía sobre estas tierras. Los monasterios de San Bartolomé de Nava y Santa María de Villamayor son anexionados por el monasterio de San Pelayo de Oviedo. Hubo diferentes focos de lucha entre el coto eclesiástico y la Casa de Nava, siendo el propio corregidor el que pusiera freno a estos enfrentamientos, aunque los problemas continuaron durante los siguientes siglos.
En el siglo XVIII, había sólo dos cotos, el de San Bartolomé y el coto de Nava. Hay que destacar las duras condiciones de vida en esta época, reflejados en los episodios epidémicos que asolaron el concejo.
En el siglo XIX, la guerra de la Independencia española tuvo una incidencia local. En las guerras carlistas destaca el ataque a Nava, obra de la partida tradicionalista de Faes.
La mayoría de su población vive de la actividad agropecuaria y en su agricultura predominan los cultivos de forrajes y maíz. Su sector industrial tiene una acreditada fama sobre todo por la elaboración de sidra. Hay que destacar el sector servicios, que se concentra en el comercio y la hostelería que ha crecido en los últimos años.
6 ноя 2016