Shabat 119.Esa especia secreta de Shabat. 

Shabat 119.Esa especia secreta de Shabat.
Rabba bar Rav Huna llegó a la casa de Rabba bar Rav Nahman. Trajeron ante él tres se'a (varios galones) de galletas aceitadas.
Él les dijo: ¿Sabían que vendría?
Le dijeron: ¿Eres más importante para nosotros que Shabat?
Ay. Dando por sentado su condición de invitado de honor, Rabba bar Rav Huna supone que sus anfitriones le habían hecho galletas especiales. Rápidamente le hicieron saber que su suposición es errónea: las galletas se prepararon en honor al Shabat. ¡Y no poca cantidad de ellos, tampoco!
Rabba bar Rav Nahman no fue el único que hizo importantes (y deliciosos) preparativos para Shabat. Haciendo una pausa en su análisis en curso de los 39 trabajos prohibidos , la Guemará comparte algunos otros ejemplos de preparación rabínica para el Shabat:
Rav Safra asaba la cabeza de un animal. Rava sala un pescado shibuta. Rav Huna encendió las lámparas. Rav Pappa hizo girar las mechas. Rav Hisda cortó las remolachas. Rabba y Rav Yosef cortan madera. El rabino Zeira preparó palitos delgados para encender.
Podríamos imaginar que los rabinos estaban constantemente ocupados en aprender. Este texto los muestra dejando de lado el estudio de la Torá para asumir las tareas del hogar en preparación para el Shabat. Además, para estos rabinos, no se trataba solo de completar las tareas físicas, también implica tomarse un tiempo para un proceso espiritual:
El rabino Hanina se envolvía en su manto y se paraba al anochecer en la víspera de Shabat, y decía: Ven y saldremos a saludar a Shabat a la reina. El rabino Yannai se puso su ropa en la víspera de Shabat y dijo: Entra, oh novia. Entra, oh novia.
De hecho, en la página de hoy nos enteramos de que los rabinos tuvieron tanto éxito en la creación de un Shabat atmosférico que sus preparativos atrajeron la envidiosa atención nada menos que del mismísimo emperador romano:
El emperador romano le dijo al rabino Yehoshua ben Hananya: ¿Por qué se difunde la fragancia de un plato cocido de Shabat?
Él le dijo: Tenemos cierta especia llamada eneldo ( shevet , שבת), que ponemos en los platos cocinados y su fragancia se difunde.
El emperador le dijo: Danos un poco.
Él le dijo: Para cualquiera que observa Shabat, la especia es efectiva, y para quien no observa Shabat, no es efectiva.
Incluso el emperador quiere un poco de la especia especial que hace que el final de la semana sea tan dulce y fragante para los judíos, y exige saber qué es. El rabino Yehoshua, utilizando su ingenio, ofrece una respuesta inteligente en forma de juego de palabras: la especia increíble es eneldo ( shevet ) - shin , bet , tav , una ortografía idéntica a la palabra "Shabat". El verdadero ingrediente secreto que hace que el aroma sea tan maravilloso es, por supuesto, el propio Shabat. Desafortunadamente para el emperador, la única forma de experimentarlo es desde adentro.
Hay una razón por la cual la jalá recién horneada, calentada en el horno, sabe mejor el viernes por la noche en una mesa llena de familiares y amigos. No se trata de qué receta de jalá elijas, sino de esa pizca proverbial de especias de Shabat que agregas a la mezcla.
Y, por cierto, el eneldo es una adición maravillosamente fragante a la sopa de pollo .