Le oímos tocando esta canción hace un par de semanas y nos sentamos allí un buen rato para escucharle. Eduardo Manostijeras es mi película favorita y realmente emociona como la toca. Cada vez que pasamos por delante del palacio real nos paramos a escuchar. Alguien así no debería tocar en la calle
Estoy de acuerdo con todo lo que dicen los otros comentarios excepto con uno: Víctor sí que debe tocar en la calle. También merece otros lugares y poder vivir de su música, por supuesto. Pero la calle es el escenario más grande del mundo, donde la gente a la que de verdad le gusta la magia de su música puede sentarse a escuchar, donde no importa si tienes dinero para pagar una entrada de concierto o si ir a recitales está de moda entre la gente de postín. Cualquier auditorio es demasiado pequeño para Víctor. La magia y la sensibilidad que emanan de sus manos necesitan de una plaza, un parque y una ciudad entera para fluir y causar emoción a todo aquel que sea capaz de apreciar el verdadero arte.