La idea de hospitalidad está profundamente enraizada en la tradición cristiana y representa uno de los pilares que sustentan la esencia del cristianismo. De hecho, una de las más importantes características de la vida espiritual es el movimiento por el cual nuestras hostilidades pueden convertirse en hospitalidad.
Nuestra vocación es poder convertir al enemigo en invitado, a crear el espacio libre y sin miedo, en el cual la hermandad puede darse y ser experimentada en su plenitud.
7 июл 2024