🔷 En una época en la que los motores de competición son cada vez más silenciosos, insípidos y fríos, el recuerdo de los monstruos que corrían en la IMSA de los 80, nos hace entrar en calor de una forma fugaz. Básicamente, por los atributos de las carreras de entonces: ruidosas, espectáculo puro y una buena dosis de llamaradas y fuegos artificiales. Aquí entra en escena nuestro protagonista. El Audi 90 IMSA GTO. Un modelo que sabía muy bien como transmitir al público, sus más 700 cv de potencia. Su sonido, sus estallidos y sus llamaradas, eran la escenificación perfecta del potencial de un auténtico coche de carreras.
🔶 Audi llegó por primera vez a los circuitos norteamericanos para asaltar el Campeonato Trans-Am en 1988. Tras la extinción del Grupo B, ciertamente la proyección de los rallys era incierta, y aunque los de Ingolstadt siguieron participando sutilmente en la renovada categoría Grupo A, al otro lado del charco, vieron un potencial aún más prolífico para su 200 Quattro.
Este programa deportivo había sido trazado con un claro objetivo.
🔷 Las ventas de Audi en los Estados Unidos se habían desplomado, y en estos momentos, la marca tampoco tenía presencia en los deportes de motor. Ahora, tratarían de borrar los problemas de imagen que Audi había estado sufriendo en Norteamérica los últimos años, y ciertamente, lo consiguieron. Con creces. El dominio del término Quattro, con ocho victorias de trece posibles en la categoría Trans-Am, levantó ampollas entre los dinosaurios de motor V8 y propulsión trasera.
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16 дек 2023
