Una pequeña aclaración; la casa Milà se le llama la Pedrera a modo despectivo por su semejanza a una cantera. Gaudí quiso plasmar los acantilados de la costa del Garraf ( sus balcones son las algas), para honrar al Mediterráneo, elemento que se lo ha dado todo a la ciudad. Lo mismo hizo en la casa Batlló; pero en este caso plasmó un mar en calma ( la fachada tiene leves ondulaciones) con los reflejos del Sol en él. Culmínalo con las baldosas del Passeig de Gràcia también fruto de Gaudí que representan la flora y fauna marina ( estrellas, algas y caracolas).