COMIDAS NAVIDEÑAS. En Navidad comemos más fuera lo que puede hacer que nuestro plan dietético de al traste, ya que no podemos controlar lo que comemos, cuánto, la forma de cocinar los alimentos,
Pero no tiene por qué ser un problema e incluso podemos buscarle el lado positivo a nivel psicológico y puede ser una gran prueba para demostrarnos que tenemos una gran fuerza de voluntad eligiendo opciones saludables sobre otras que no lo son tanto.
En navidad tendemos a “jugar a compensar”, dejamos de comer antes o después de comidas copiosas acompañadas de alcohol o pasarnos horas en el gimnasio porque “nos sentimos mal”.
Si te has pasado con la comida no pasa nada, recuerda que es un hábito, retoma tu plan al día siguiente y haz tu dieta y ejercicio el día que tienes esa cena. Estos planteamientos si que nos llevarán al fracaso nutricional.
Pero vamos a daros unos consejos:
- Evita el alcohol y las bebidas azucaradas, prioriza el agua o refrescos sin azúcar.
- Añade verdura como entrante si estás en un restaurante o haz entrantes saludables si coméis en casa.
- Al elegir la guarnición pide verdura o patata asada en vez de frita.
- Evita las salsas, si te comes un solomillo o un pescado pídelo a la plancha o al horno.
- Nos han enseñado desde pequeños a comernos todo lo que hay en el plato, si estás saciado NO COMAS MÁS.
- Elige fruta como postre, evita los dulces a los que además no estás acostumbrado y harán de tu digestión una pesadilla.
Y lo más importante, recuerda que es sólo una comida, sigue con tus hábitos de alimentación saludable y ejercicio durante toda la semana.
1 окт 2024
