“En las orillas del Sillo,
Andalucía dio a luz,
Cumbres te puso por nombre,
soy cumbreño y andaluz.”
En esta ocasión decidimos llegar hasta el límite norte de la provincia de Huelva, por supuesto en el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Y allí tropezamos con un precioso pueblo llamado Cumbres de San Bartolomé, que junto a sus vecinos Cumbres de Enmedio y Cumbres Mayores, marcan una franja de frontera natural del citado Parque Natural con la vecina Badajoz, ya en la Comunidad Autónoma de Extremadura. De hecho, al ocupar una zona elevada, dan origen al topónimo de Las Cumbres.
Justo antes de llegar a Cumbres de San Bartolomé nos paramos en una zona conocida como El Pino, y allí existe un excelente mirador llamado el Mirador de Piedra Utrera. Se trata de un espacio acomodado sobre una inmensa roca que desde hace siglos presenta la misma disposición. Desde él se pueden apreciar impresionantes vistas de los valles pacenses de Higuera la Real, Fregenal de la Sierra y Fuentes de León. También el cauce del río Sillo y de Encinasola, otro precioso pueblo vecino que ya volamos en la Ruta de los Castillos de Huelva: • RUTA DE LOS CASTILLOS ...
Observamos que Cumbres de San Bartolomé presenta una arquitectura clásica y sencilla, con casas encaladas de un solo piso, con doblado, que servía para depósito de granos y semillas. Una vez que comenzamos a pasear por sus calles nos dio la sensación de que el tiempo se hubiese detenido, con aspecto antiguo pero alegre, destacando algunos detalles interesantes en las fachadas de sus casas, como rejas y postigos. Nos encantó sus bonitas plazas ajardinadas. En una de ellas, la de España, nos impresionó la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XIV, de estilo gótico tardío, de una etapa de transición al isabelino. De planta basilical de una sola nave con preciosas portadas de granito.
Nos detuvimos en la Casa del Cura, un caserío del siglo XIX, de una época esplendorosa de la localidad.
Ya en la parte baja del pueblo estuvimos en la fuente antigua, de donde se surtían los vecinos en tiempos pasados y que aún sigue usándose por la gran calidad de sus aguas.
Aún se observan restos del castillo o muralla artillera de Sancho IV el Bravo, realizado en 1293. Dicha muralla artillera pasa desapercibida al ocupar un lugar poco prominente en la población. Las estructuras internas del castillo y determinados lienzos de murallas se encuentran deteriorados, ya que parte de los materiales del castillo han sido reutilizados para la construcción de casas y otras zonas domésticas que se apoyan sobre los lienzos.
En la actualidad parte de este edificio ha sido convertido en plaza de toros, rectangular, para las capeas y novilladas que ilustran sus fiestas.
Si bonito es el pueblo, espectacular es el paisaje que posee todo su término municipal.
Las frecuentes pizarras, areniscas y calcitas hacen que el suelo en general sea flojo, ácido y en parte estéril, pobre para la agricultura y más aptos para la arboleda.
El pastizal y matorral en la zona de pendientes se combina con un paisaje transformado de olivar y forrajeras en los espacios más llanos, lugar en los que destacan cortijos y vistosas casas señoriales. Encinas, alcornoques y quejigos se entremezclan con el pasto y matorral mediterráneo formando el típico paisaje adehesado. Destacar la presencia de vegetación de ribera, tanto del Múrtiga como del Sillo, formada por álamos, mimbres, alisos, sauces y chopos.
Por estas tierras han pasado distintos pueblos a lo largo de la historia.
Esta localidad tiene sus orígenes en la desaparición de la antigua Concordia Julia Nertóbriga, población romana de origen celta. Sus habitantes se trasladarían del valle a las tierras altas, originando un conjunto de pequeñas aldeas, y así surgen los actuales Cumbres de Enmedio, Cumbres Mayores y Cumbres de San Bartolomé.
Los musulmanes beréberes pastoreaban por la zona hasta la reconquista cristiana (siglo XIII) de manos de Alfonso X el Sabio, y luego de su hijo Sancho IV el Bravo, en largas disputas entre Castilla y Portugal. De ahí, con distintas vicisitudes, hasta hoy.
Los 426 cumbreños disfrutan de su romería en honor de la Virgen de la Aliseda, su patrona, el tercer domingo de mayo, fiesta instaurada en 1954; de las fiestas patronales de San Bartolomé, en agosto; y las fiestas patronales de la Virgen de la Aliseda, en septiembre, siempre acompañados de los productos del cerdo ibérico y productos del campo y agricultura, base de su economía.
La verdad es que, siempre que vamos a la Sierra de Huelva decimos los mismo: fantástico, qué bien lo hemos pasado, cómo hemos comido... pero es cierto y os animamos a visitar los maravillosos pueblos, aldeas y paisajes que tenemos tan cerca de casa. A veces, hasta nos parece lejano a los onubenses ¡qué carajotes somos!
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26 ноя 2016
