Epidemiología:
La exposición no ocupacional al VIH se refiere a la situación en la cual una persona tiene riesgo de adquirir el virus fuera del ámbito laboral, generalmente a través de relaciones sexuales sin protección, uso compartido de agujas u otros instrumentos punzantes contaminados.
La prevalencia de exposición no ocupacional al VIH varía según las características de la población y la prevalencia del virus en dicha población.
Etiología:
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es el agente causal de la infección por el VIH. El virus se transmite principalmente a través de fluidos corporales como la sangre, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna.
Patogenia:
El VIH infecta y destruye las células del sistema inmunológico, especialmente los linfocitos CD4+. Con el tiempo, esto lleva a una disminución progresiva de la función inmunológica y al desarrollo del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), que es la etapa avanzada de la infección por VIH.
Fisiopatología:
Después de la exposición al VIH, el virus ingresa al organismo a través de las mucosas o las lesiones en la piel. Luego se replica en las células y se disemina por todo el cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos y otros órganos.
Durante la fase aguda de la infección, se produce una replicación viral rápida y una respuesta inflamatoria sistémica.
A medida que la infección progresa, el sistema inmunológico se debilita y el individuo se vuelve más susceptible a las infecciones oportunistas y a los cánceres relacionados con el SIDA.
Factores de riesgo:
Tener relaciones sexuales sin protección, especialmente con parejas seropositivas o de alto riesgo.
Compartir agujas o jeringas contaminadas con personas infectadas por el VIH.
Exposición a sangre o fluidos corporales contaminados en situaciones de atención médica de emergencia, como accidentes con agujas.
Diagnóstico:
El diagnóstico de la exposición no ocupacional al VIH se basa en la historia clínica, los factores de riesgo y las pruebas de detección del VIH.
Las pruebas más comunes incluyen pruebas de detección de anticuerpos contra el VIH, como ELISA, seguidas de pruebas de confirmación, como la prueba de Western blot o la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para detectar el material genético del virus.
Manejo y tratamiento:
Después de la exposición no ocupacional al VIH, se debe buscar atención médica de inmediato. Se pueden administrar medicamentos antirretrovirales (ARV) como profilaxis postexposición (PEP) para reducir el riesgo de infección.
19 май 2023
