Los grandes SECRETOS para cultivar el ÁRBOL DE JADE 

Es fundamental entender que el árbol de Jade, también conocido como crassulaóvata, es una suculenta y, por lo tanto, almacena agua en sus hojas y tallos gruesos. Su belleza y robustez lo convierten en una elección popular como planta decorativa en hogares.
Ahora pasaremos a ver los 10 grandes secretos del árbol de Jade para cultivar con éxito
1. Luz: el árbol de Jade necesita luz solar indirecta para crecer fuerte y saludable. Coloca tu árbol cerca de una ventana, pero evita la luz solar directa en las horas más calurosas del día.
2. Temperatura: el árbol de Jade prefiere un ambiente cálido y seco. La temperatura ideal para su crecimiento oscila entre los 18 y 24 grados Celsius.
3. Agua: riega tu árbol de Jade solo cuando la tierra esté completamente seca. Evita el exceso de agua, ya que esto puede provocar pudrición de las raíces.
4. Suelo: el árbol de Jade necesita un suelo bien drenado y fértil. Puedes mezclar tierra para macetas con arena para mejorar el drenaje.
5. Fertilizante: utiliza fertilizante líquido para plantas de interior una vez al mes durante la temporada de crecimiento (primavera y verano).
6. Poda: poda tu árbol de Jade en primavera para mantener su forma y tamaño.
7. Trasplante: trasplanta tu árbol de Jade cada dos años en una maceta ligeramente más grande para permitir su crecimiento.
8. Propagación: puedes propagar tu árbol de Jade mediante esquejes de hojas o ramas. Asegúrate de permitir que el corte se seque antes de plantarlo en tierra.
9. Plagas: el árbol de Jade es resistente a las plagas, pero puede ser susceptible a la cochinilla. Utiliza un insecticida si notas una infestación.
10. Paciencia: el árbol de Jade crece lentamente, por lo que requiere paciencia y cuidado constante para lograr su máximo potencial. Con estos cuidados podrás disfrutar de un hermoso árbol de Jade por muchos años.
En conclusión, el árbol de Jade es presentado como un tesoro preciado, no solo por su singular belleza, sino también por la alegría y la felicidad que aporta a los espacios en los que se encuentra.