Psicoanálisis sin vueltas | El silencio en la sesión (ft. Mauro Gross) 

Buen día señor Juan, acabo de encontrar su canal y ya me estoy convirtiendo en un adicto a sus videos. Están llenos de tesoros. Gracias

Hola Juan Manuel y Mauro! Interesante y clarisimo! Me quedan por escuchar los dos primeros encuentros! Éxitos en Chile! Hasta la próxima! Saludos desde Córdoba 🌈

Gracias a ambos 💖🧠

Atendí una paciente desgarrada de dolor por la muerte de un ser querido por Covid. Considero que no sólo hay que escuchar simplemente sino además es hasta una falta de respeto, interpretar en un momento así. La escuché y sólo al final le dije que lo sentía mucho y que estaba a su disposición. Sesión siguiente me agradeció que la haya escuchado con tanto respeto y sin interrupción.

Hola, tienen alguna opinión formada sobre "El silencio primordial" de Santiago Kovadloff?

Aquel que no entiende tus silencios, lo más seguro es que tampoco entienda tus palabras. (Elbert Hubbard)

Hola Juan, cambia tu IG en la descripción q está el user antiguo, saludos.

Que el saber solo está en el paciente se dice mucho en mi facultad en Uruguay. Yo me preguntaba entonces por qué carajo no la cerraban, con la guita q se ahorraría el Estado

Me pregunto si el silencio puede ser, puntualmente, una herramienta más, junto al señalamiento, la pregunta etc. Una herramienta de la que no hay que abusar, a utilizar en una ocasión muy muy precisa, pero que puede, según el analizante, el momento del análisis y el momento de la sesión, tener un valor. Puede darse el caso de que, con respecto a algún asunto, la angustia del analizante esté ubicada en la necesidad de no parar de decir algo y de recibir una respuesta de algún tipo. Un silencio bien ubicado podría, quizás, servir de punto a la verborrea. Quizás no para mantenerlo, pero sí para enfrentarle, durante un momento, con su propio decir. Un ejemplo personal. En una sesión, analizándome, volví a sacar un tema del que me sentía culpable. Ya en otra sesión mi analista había trabajado conmigo sobre ese tema. Esta vez, lo volví a sacar y obtuve un silencio. Luego continue y él también. Me quedé con esa respuesta (con esa no respuesta) pululando por mi cabeza el día siguiente. Ahí me di cuenta de lo que estaba diciendo, y de como necesitaba una respuesta, una continuidad, para, precisamente, ofuscar lo que en realidad buscaba. Por lo demás, estoy de acuerdo de lo muy nocivo que es el abuso del silencio en el análisis. Nunca he vivido una experiencia así, pero se que yo no duraría ni un día con alguien que me presentara tal fachada. Buena charla, ¡gracias!

Hola Juan Manuel

empieza en el 7:54 ...