Adolfo MEJÍA: PEQUEÑA SUITE para Orquesta (1938) [Vídeo-Score] 

Interpretación: Miguel Harth-Bedoya & Fort Worth Symphony Orchestra
[Grabación efectuada en Noviembre de 2009; Bass Performance Hall, TX, EEUU]
Adolfo Mejía Navarro (San Luis de Sincé, Colombia 05/II/1905 † 06/VII/1973 Cartagena de Indias, Ibídem)
Compositor, instrumentista [bohemio] y políglota. Hijo ilustre de su tierra natal, sus progenitores fueron Adolfo Mejía Valverde y Francisca Navarro; sus primeras lecciones musicales fueron con su padre (quien era músico de géneros populares) adiestrándolo a tocar la Guitarra. En las postrimerías del año 1912 el presbítero Mariano Rodríguez Ontiyuelo (sacerdote español) recibe al pequeño Adolfo como ayudante en la parroquia de Sincé; ahí el joven emprenderá sus estudios de Canto y Solfeo.
Cuatro años después la familia se trasladó a Cartagena de indias, ciudad donde el joven Adolfo se enamoró del ambiente tropical caribeño, así como de los Boleros, Bambucos y otros ritmos; a sus 11 años compone su primera obra para piano, Primicias. Además, asistiría al Instituto Musical de Cartagena y ahí tendría como profesor a Juan de Sanctis y Eusebio Celio Fernández. Sin embargo, dejó los estudios de dicha institución por considerarla de poco interés para él.
En 1918 ingresa a la Escuela Normal de Instructores (ligada a la Universidad) para formarse en Literatura, Filosofía e Idiomas; en paralelo Mejía continuo su formación musical a manera bohemia dentro de varias agrupaciones urbanas de música, entre ellas la Lorduy Jazz Band, primera orquesta de jazz en la historia musical colombiana, fundada en 1923.
En marzo de 1930 contrae matrimonio con Rosa Blanco, al poco tiempo parte hacia Nueva York a probar suerte (al más puro estilo de Troteras y Danzaderas) y en dicha gran cosmopolis trabajará, como instrumentista y compositor de música de salón, para la RCA y Columbia Records.
Para 1933 retorna a Colombia afincándose ahora en Bogotá donde se empleó como bibliotecario de la Sinfónica Nacional por invitación de su amigo Guillermo Espinosa y éste [en 1936] exhortaría a Mejía a que formalice sus estudios en el Conservatorio de Música; siendo pupilo de los catedráticos Jesús Bermúdez, Gustavo Larrazábal y Andrés Pardo; Mejía, al ser por naturaleza compositor popular de rumbas, fandangos, pasillos y bambucos, desarrollará un intenso interés por la música académica europea.
En 1938, coincidiendo con la conmemoración del IV Centenario de la fundación de Sante Fé de Bogotá, se realizó el 2º Festival Iberoamericano de Música (del 20 de julio al 6 de septiembre), mismo que albergó el Primer Congreso Nacional de Música Colombiana -a instancias de Guillermo Espinosa, a la sazón, director de la Sinfónica por aquellos años- y para incentivar a la compositores, se efectuó el Concurso de Composición ‘Ezequiel Bernal’, mismo que fue ganado por Adolfo Mejía por su obra PEQUEÑA SUITE PARA ORQUESTA; además se le otorgó una beca de estudios para ingresar a la École Normale de Musique de París como alumno de Nadia Boulanger, y de forma más personal y directa, pupilo de Charles Koechlin, entre 1938-40. Sus estudios europeos se vieron truncados a raíz del estallido de la belicosa Segunda Guerra [intervención por la Democracia] Mundial.
PEQUEÑA SUITE:
Esta estupenda obra tuvo su estreno en el Teatro Colón de Bogotá el 6 de agosto de 1938 bajo la dirección de Guillermo Espinosa y la orquesta del Festival iberoamericano. Construida sobre aires y danzas del folklór colombiano (Bambuco, Torbellino & Cumbia) que evocan la elevación Andina; así como lo tropical de la Costa meridional. Es quizás, esta Suite, uno de los más plausibles ejemplos de fusión entre lo culto y lo popular; goza de sensual melodismo candoroso más exquisitas confecciones impresionistas, amalgamadas en una orquestación afrancesada rica en colores y texturas armónicas.
En aspectos muy generales, el BAMBUCO como canto y danza, es una forma de cortejo que versa sobre temples melancólicos y románticos; además, su origen vernáculo es resultante del fundido trinomio Afro-Hispano-Indio. El TORBELLINO (también llamado Galerón o Corrido colombiano) cuya lírica es de fuertísima raíz indígena andina, es quizás el aire más indo-español del folklór colombiano hasta nuestro presente (por supuesto, su relevancia puede ser debatible). La CUMBIA (o Cumbiamba) es un baile de origen africano cuya imagen más estereotipada es su vigoroso movimiento de caderas, y no menos importante, emparentada con los Cumbés angolanos (éstos, por efecto de migración [esclavitud] y mestizaje cultural, esparcidos por toda Hispanoamérica pero adaptándose a la climatología de cada región).
Cuando Mejía compuso esta obra, desató cierta controversia que incluyera una CUMBIA, ya que fue el primer compositor en introducir (y elevar a categoría de música culta) los ritmos y aires populares del litoral cartaginense (insólito en su época); la Cumbia del tercer movimiento fue la primera vez que se revistió de forma sinfónica dentro de la música académica del país.

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